Este proyecto comenzó a gestarse en el comienzo del encierro por la pandemia de COVID-19. Adrián es mi hermano y mi convivencia diaria con él me hizo reflexionar acerca de todas sus inquietudes sociales. Adrián es una persona con síndrome de Asperger que tiene dificultades para interactuar socialmente y siempre se compara con la forma de interactuar que tienen los neurotípicos. Originalmente la idea era para un monólogo de teatro, realizamos ejercicios, sacamos temas, inquietudes y después, Josha Olivera nos propuso la idea de producirlo y llevarlo al cine. Lo que nos ha movido como equipo es nombrar lo que sucede con la percepción y el ojo de las personas con Síndrome de Asperger en México. Estamos seguros que esto resonará en varias personas y despertará fibras que quizá no hemos detectado. Este es un proyecto independiente y deseamos que pueda compartirse con mucha gente de manera nacional e internacional. Es por eso que necesitamos el apoyo económico para que pueda finalizarse y tomar caminos externos. Nos interesa mucho contar la historia de un chico joven adulto, Asperger.